lunes, 29 de marzo de 2010

BENROMACH PAGO CAPELLANES PICON W.F.


Nota de cata 4
Benromach 2002 a 45%

La tarjeta de pesentación de este Malta es larga: “Benromach 2002 a 45% afinado en barrica de Picón 2004 de Pago de los Capellanes”. Pero es que lo que se podría decir de él también es largo.
Ya antes de salir al mercado oficialmente, algún miembro de U.B. habíamos oido hablar de él por alguna presentación que se habría hecho para profesioales, y lo esperábamos con expectación y con las copas en alto.
Pero creemos que valió la pena. Al abrir la botella se produjo la primera explosión de concentrados aromas confusos y engañosos (parece que el juego de la confusión y el engaño es propio de esta destilería). Mientras dejamos que se desfogara contemplamos su color rojizo, un tanto agresivo, quizás como madera de violín; un aterciopelado que te sugiere lo que aún no conoces.
El aroma ya nos da un quiebro a lo que comenzábamos a suponer: olemos a manzana roja, flores, menta, un ahumado discreto pero visible al olfato, almendritas, miel de flores. Y más evocaciones que se comerían la página porque dejamos que reposase durante 25 minutos, lo cual no dejó de ser una dulce y cruel tortura.
El sabor, por fin, la tercera cara de la moneda (a esta moneda le permitimos que tenga todas las caras que le parezca). De entrada vinoso, era de esperar, pero en su punto, porque al primer sorbo se declara fresco, persiste le menta y la frescura, también la justa acidez y el punto salado, complejidad en boca y muy largo recuerdo entre dulzón, frutas imprecisas y una gasa de jerez y miel, pero todo esto sin estridencias. Lo encontramos muy equilibrado e intentamos romperlo maridándolo con unos tacos de salmón; desastre, con Gorgonzola subes los picantes y la sal, con unos micuits de oca con higo y trufa se engresca en una buena danza, pero la perfección casi se roza al tomarlo con unas galletas finas de ceps. Desde U.B. sólo os decimos que proballo e non enmendallo.
¿Por qué nos acercamos a una rosa?, ¿Porque nos atrae su color; su olor; su recuerdo de fina y secreta sensualidad?. Al acercarnos a ella nos gustaría abrirla y saborearla; ver cómo es por dentro; dejar que nos engañe e imaginar que es cierto lo que no sabemos si es. Pues esto fue este Benromach.

Uisge Beatha
Marzo 2010

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